Como sabéis este año hemos firmado un convenio pionero con Confederación Hidragráfica del Duero para la custodia fluvial de los terrenos del CIAM. Uno de los ejes de ese convenio es la aportación de caudales desde el río Tormes hacia el sistema lagunar de 10 hectáreas de la finca, con el fin de favorecer el movimiento de la película de agua con la consiguiente oxigenación.
Vista parcial del sistema lagunar del CIAM desde el observatorio "Joaquín Araujo"
Durante este mes de agosto han tenido lugar las obras para el movimiento de tierras e instalación de la tubería que llevará a cabo dicho aporte. Para ello se ha elegido la zona posterior de la finca, en el Área de Reserva de la zonificación del CIAM, pues la entrada de agua desde este punto producirá el movimiento de toda la masa de agua del sistema, estimada en unos 130.000 m3.
Curiosa imagen de la excavadora maniobrando junto al observatorio para acceder a la Zona de Reserva.
Este aporte permitirá renovar el agua de las lagunas para su oxigenación y con ello se podrán reestructurar las comunidades de algas y microorganismos que sirven de base a la cadena trófica de este entorno.
Obras de apertura de la zanja para colocar la tubería entre el río y las lagunas.
No debemos olvidar que desde hace solo 15 años que la finca ha pasado de ser una gravera abandonada y un vertedero descontrolado a ser una reserva natural privada de gran importancia sobretodo para la avifauna de ribera, pero también para anfibios, reptiles y mamíferos.
Mientras fotografiábamos la evolución de la obra sorprendimos a un joven zorro curioseando cerca de la zanja abierta.
Desde entonces la Fundación Tormes-EB no ha parado de desarrollar todo tipo de proyectos que van desde la más pura ingeniería ambiental hasta los programas de voluntariado abiertos a la participación de los ciudadanos para la mejora de este singular humedal.
El entubado se ha desarrollado con gran precisión para garantizar el correcto control sobre el aporte de aguas.
Esta última actuación supondrá un importantísimo refuerzo a todas estas acciones, que esta semana se han visto apoyadas con la instalación de varios posaderos para garzas y anátidas en el entorno lagunar.
Nuestro equipo prueba distintos tipos de posadero para ver su grado de aceptación entre las aves ribereñas.
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