martes, 26 de febrero de 2013

Los beneficios del frío


Se nos olvida que el invierno existe. Se nos olvida que ha existido con mayor intensidad en el pasado. Cuando llegan estas olas, todo son alertas y preocupaciones, quedando en la memoria un pasado reciente, del tipo Cuéntame, en que no existían los medios actuales y todo salía adelante. Pero estos fríos son necesarios, pues los ritmos naturales que acompañan a nuestra vida los demandan, aunque no le sepamos o queramos. Pongo un caso sencillo, como puede ser el curado de las matanzas, que siempre las hay tardías y agradecidas con estas bajadas de la temperatura.
 Pero prefiero irme a detalles menos conocidos, como la invasión de especies exóticas. El hecho de vivir en estas latitudes y alturas salmantinas, nos defiende de la entrada y reproducción de elementos de la fauna y la flora que en otras localidades peninsulares sí se están produce. Tal es el caso de las cotorras argentinas, simpáticas aves que generan problemas serios allá donde se instalan. En nuestra capital, se deja ver un pequeño bando en el Parque de los Jesuitas. Es fácil reconocerlas por su plumaje verde lima, pero sobre todo, por el jaleo que montan en cuanto se juntan dos individuos.

En ciudades como Barcelona se ha producido una invasión en toda regla, con una población de 2.500 ejemplares. Sus daños son mayúsculos porque crían en colonias montando nidos sobre el arbolado de la ciudad, con pesos que superan el centenar de kilos. Depredan con facilidad frutos de pinos o tuyas, entran a saquear los huertos y céspedes próximos a la ciudad condal, pero se han aficionado al pan, que tanto abunda en los parques y jardines. Sus ruidos se unen a los excrementos en los daños, con lo que una pobre ave de jaula, liberada fuera de su hábitat por sus dueños, ha terminado generando este desaguisado. En Salamanca por ahora no se conocen datos de su reproducción, siendo el frío invernal que hasta ahora nos ha acompañado, el impedimento a esta expansión.

Y si esto puede parecer un caso aislado de una especie en concreto, existe un inventario de especies invasoras en la lista de espera para alojarse donde la meteorología y el entorno se lo permita. Si pueden ver el documental “Invasores” del naturalista y director de cine Luís Miguel Domínguez, verán a lo que nos enfrentamos si el clima se dulcifica y los inviernos se vuelven menos fríos…
   Si nos desagrada el frío, debemos pensar en lo que ello conlleva y que cada vez observamos con más detalle. A mí personalmente me llamó poderosamente la atención, que a mediados del pasado diciembre me encontré junto a la estación sur de autobuses de Madrid,  una abubilla volando tranquilamente junto a las vías de Adif. Casualmente me dirigía a una reunión con otros compañeros de oficio venidos distintas partes del país. Al comentarles la cita, me contestaron que con los cambios del clima y la boina de contaminación de la capital cualquier circunstancia es posible.

Por lo dicho, veamos en los fríos un síntoma de normalidad en medio de tanta anormalidad que nos rodea. 

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